La parte de generación de contenidos es una de las partes más visibles en la estrategia digital de una empresa. Gracias al contenido que se publica en los diferentes canales de comunicación de la organización, se consigue visibilidad y hacerse con una reputación que generará ventas directas. Si sabes qué publicar, cómo y dónde publicarlo, tendrás hecha la mitad de la estrategia de marketing digital.
Pero ahora, surge una pregunta importante: ¿cómo saber qué le interesa a tu público, qué tipo de formato le será más fácil de consumir y en qué canales se mueve? Si quieres saber esto y mucho más sobre cómo realizar un plan de contenidos, quédate con nosotros.
Un plan de contenidos es un documento estratégico en el que se perfilan metas, audiencias, temáticas y temporalizaciones para crear y publicar contenido. Por norma general, son los especialistas en SEO, redacción de contenido, periodismo y redes sociales los que necesitan de un plan de contenidos para desempeñar un trabajo ordenado y medible.
Sabemos que estás deseando que te digamos los pasos precisos para elaborar un plan de contenidos, Pero antes, queremos que apuntes estos aspectos clave que deberás integrar en el mismo:
Estos son los pasos que en Educa.Pro consideramos que debes seguir para hacer un buen plan de contenidos:
Identifica claramente lo que deseas lograr con tu estrategia de contenidos. Pueden incluir aumentar el tráfico web, generar leads, mejorar la visibilidad de marca, educar a tu audiencia, etc.
Al establecer tus objetivos, es crucial que sean SMART: Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales. Por ejemplo, podrías plantearte aumentar el tráfico orgánico del blog en un porcentaje específico durante un período determinado, o generar un número concreto de leads cualificados a través de contenidos descargables en un plazo definido. Es fundamental que estos objetivos estén alineados con las metas generales de tu negocio y que sean realistas considerando los recursos disponibles.
Investiga y comprende a tu audiencia objetivo. Esto implica conocer sus necesidades, deseos, problemas, intereses y comportamientos en línea. Crea perfiles de compradores (buyer personas) para representar a tus segmentos de audiencia.
Realiza encuestas y entrevistas con clientes actuales y potenciales para obtener insights directos. Analiza los datos demográficos y de comportamiento de tus seguidores en redes sociales para entender sus preferencias y patrones de interacción. Utiliza herramientas de análisis web para comprender cómo los visitantes navegan por tu sitio y qué contenido les resulta más atractivo.
Realiza una investigación exhaustiva de palabras clave relevantes para tu industria y audiencia. Esto ayudará a optimizar el SEO de tu contenido y atraer tráfico orgánico.
Algunas herramientas como Google Keyword Planner, SEMrush o Ahrefs pueden ayudarte a descubrir nuevas oportunidades de palabras clave y analizar su volumen de búsqueda y competencia. Sin embargo, no te limites solo a estas herramientas. Analiza también las palabras clave que utilizan tus competidores para identificar brechas que puedas aprovechar.
Decide qué tipos de contenido crearás (artículos, videos, infografías, podcasts, etc.). Asegúrate de que el formato se adapte a tus objetivos y a las preferencias de tu audiencia.
La diversificación de tus formatos de contenido es clave para mantener el interés de tu audiencia y abordar diferentes estilos de aprendizaje. Mientras que los blogs y artículos largos son excelentes para explicaciones detalladas y SEO, los videos tutoriales o explicativos pueden ser más efectivos para instrucciones visuales complejas.
Las infografías son ideales para presentar datos y estadísticas de manera atractiva y fácil de compartir. Los podcasts ofrecen una oportunidad única para discusiones en profundidad o entrevistas con expertos, perfectos para audiencias que prefieren consumir contenido en movimiento.
Planifica cuándo y con qué frecuencia publicarás contenido. Un calendario editorial te ayudará a mantener la consistencia y la coherencia en tus publicaciones.
Utiliza herramientas como Google Calendar, Trello o CoSchedule para organizar y visualizar tu planificación de manera integral. Considera asignar temas específicos a cada mes o trimestre para mantener un enfoque coherente en tu contenido. Integra fechas importantes de tu industria, eventos relevantes y días festivos en tu planificación para aprovechar oportunidades de contenido oportuno.
Crea contenido que sea informativo, útil y de alta calidad. Proporciona valor a tu audiencia y demuestra tu experiencia en el tema.
Para mejorar la calidad de tu contenido, es esencial realizar una investigación exhaustiva para cada pieza de contenido, respaldando tus afirmaciones con datos, estadísticas y estudios de caso de fuentes confiables. Incorpora perspectivas únicas y conocimientos de expertos en tu industria para añadir profundidad y credibilidad.
La presentación del contenido es tan importante como su sustancia: asegúrate de que sea fácil de leer y escanear, utilizando una estructura clara con subtítulos y párrafos cortos. Aunque es importante optimizar el contenido para SEO, nunca comprometas la calidad y la legibilidad por ello.
Diseña estrategias para promocionar tu contenido. Utiliza redes sociales, marketing por correo electrónico, publicidad y otros canales para llegar a tu audiencia.
Una estrategia de promoción y distribución efectiva requiere un enfoque multicanal que vaya más allá de simplemente compartir en redes sociales. Implementa técnicas de content syndication para republicar tu contenido en sitios de terceros y ampliar tu alcance. Busca colaboraciones con influencers y líderes de opinión en tu industria para dar mayor visibilidad a tu contenido. Al principio, es recomendable utilizar publicidad pagada en redes sociales y motores de búsqueda para amplificar el alcance de tu contenido más valioso.
Establece métricas claras para evaluar el desempeño de tu estrategia. Haz un seguimiento de la participación, el tráfico web, las conversiones y otras métricas relevantes. Utiliza herramientas de análisis web y redes sociales.
Establece KPI específicos para cada tipo de contenido y objetivo, utilizando herramientas avanzadas como Google Analytics, SEMrush o HubSpot para un análisis completo. Implementa el seguimiento de conversiones para medir el impacto directo del contenido en las ventas o generación de leads. Analiza el comportamiento de los usuarios en tu sitio web, incluyendo tiempo de permanencia, tasa de rebote y páginas por sesión, y evalúa el rendimiento del contenido en diferentes dispositivos.
Basado en los datos y análisis, ajusta tu estrategia y contenido según sea necesario. Continúa aprendiendo y mejorando con el tiempo.
La optimización efectiva de tu estrategia de contenidos requiere un enfoque sistemático y continuo. Realiza auditorías de contenido periódicas para identificar qué funciona y qué no, implementando pruebas A/B en elementos clave como títulos, formatos de contenido y estrategias de distribución. No te limites a crear nuevo contenido; actualiza y optimiza el contenido existente que tenga un buen rendimiento para mantener su relevancia y mejorar su posicionamiento.
El entorno digital evoluciona constantemente, así que asegúrate de ser flexible y estar dispuesto a adaptar tu estrategia en función de los cambios en el mercado y las preferencias de la audiencia.
Fomenta una cultura de experimentación dentro de tu equipo para que afloren nuevas ideas y formatos de contenido probarlos sin miedo al fracaso. Mantén una comunicación abierta con tu audiencia para recibir feedback directo y adaptar tu contenido a sus necesidades del momento.
La verdad es que, más que importante, establecer un plan de contenidos eficaz y sólido es esencial. En la actualidad, toda empresa que quiera hacerse un hueco competitivo en el mercado debe tener presencia digital, y para ello, se necesita de los contenidos. Cada vez hay más competencia y profesionales especializados en la creación de contenidos, por eso, si quieres destacar, antes de ponerte manos a la obra, necesitas definir una estrategia.
Por otro lado, las nuevas y crecientes plataformas digitales, ofrecen un sinfín de posibilidades para la creación de diversos tipos de contenidos: vídeos largos, cortos, en diferentes formatos, grafismos minimalistas o elaboradas ilustraciones, contenidos interactivos… todo lo que imagines se puede hacer hoy en día. Y por no hablar del mundo de las redes sociales, cada una con sus formatos y normas de contenido… Obviamente, no puedes atender a todos los canales, por eso, analiza muy bien en cuál de ellos debes centrarte.