El estrés es un estado al que muchos trabajadores llegan a causa de diferentes razones y que puede provocar severos problemas de salud mental. Si no se detecta y se aborda a tiempo, esta situación puede complicarse, hasta el punto de tener que solicitar la baja por estrés laboral.
En este post queremos hablarte de la presión en el trabajo que todos, en mayor o menor medida, soportamos en nuestra jornada laboral o, incluso, fuera de ella. ¿Es realmente beneficioso para la empresa tener a un empleado en constante tensión? ¿Hasta qué punto es bueno que una sola persona sea la receptora de responsabilidades? ¿Qué hace que lleguemos a desarrollar el síndrome del trabajador quemado? ¡Quédate con nosotros y da respuesta a estas y otras cuestiones de lo más interesantes!
En cada época, el marco laboral ha ido marcado por unas características determinadas fruto de la evolución tecnológica, los hábitos de consumo, la demanda del mercado, la ciencia y todo lo demás que pueda afectar al ritmo de trabajo y producción de una organización. Hace tan solo unas décadas, las TICS no existían y los altos volúmenes de información no ocupaban un papel tan protagonista en los puestos de trabajo. Sin embargo, en la actualidad, todo está mucho más globalizado y lidiamos cada día con multitud de datos y nuevos estímulos que tenemos que interiorizar y ordenar en nuestra mente para seguir adelante. Cuando la cantidad de información que recibimos no solo es inabarcable, sino que estamos en la obligación de aplicarla y de asumir las responsabilidades que esto conlleva, es cuando puede aparecer el estrés laboral.
Sin embargo, todo tipo de estrés no es negativo, ya que, el estrés en sí es un aviso hormonal que nos activa en las situaciones que lo requieren, como, por ejemplo, un deadline cercano o una crisis. De hecho, un nivel demasiado bajo de estrés se relaciona directamente con la desmotivación, el conformismo y el desinterés.
Tras la pandemia, los índices de estrés laboral aumentaron en Europa significativamente, poniendo a siete de cada diez trabajadores en riesgo de sufrir depresión o ansiedad nerviosa. Si nos centramos en España, según un informe realizado por la ADP Research Institute, el 66% de los trabajadores experimentan estrés en el trabajo al menos una vez por semana y el 41% lo achaca a tener que asumir más responsabilidades después del Covid. Pero eso no es todo, existen otros muchos motivos por los cuáles nos sentimos más abrumados en nuestro puesto de trabajo. Los mencionamos a continuación.
La sobrecarga de trabajo, plazos ajustados y la presión por cumplir con altas demandas laborales son motivos comunes de estrés en el trabajo.
Conflictos con colegas o superiores, falta de apoyo, relaciones laborales tensas o un ambiente de trabajo poco colaborativo pueden contribuir significativamente al estrés.
La incertidumbre sobre el empleo, los cambios constantes en las condiciones laborales, la precariedad en el empleo o la falta de estabilidad laboral pueden generar ansiedad y estrés.
La dificultad para conciliar la vida laboral y personal, largas jornadas laborales, falta de tiempo para actividades personales o familiares pueden provocar estrés en los trabajadores.
La falta de reconocimiento por el trabajo realizado, la ausencia de incentivos o recompensas, así como la percepción de falta de valoración pueden ser factores de estrés.
La presión por estar siempre conectado, el exceso de comunicación digital fuera del horario laboral y la dificultad para desconectar pueden contribuir al estrés laboral.
El estrés laboral no es un fenómeno nuevo, pero sí ha aumentado su incidencia y su intensidad en los últimos años, debido a los cambios en el mercado de trabajo, la crisis económica, la pandemia del COVID-19 y la transformación digital.
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el estrés laboral afecta al 59 % de los trabajadores españoles, siendo el segundo problema de salud más frecuente tras los trastornos musculoesqueléticos.
Por supuesto, tampoco podemos olvidar los trastornos de salud mental que se pueden desencadenar, como la ansiedad, depresión, agotamiento emocional u otros problemas indirectos más graves y prolongados en el tiempo. Indiscutiblemente, todo esto se verá reflejado en el rendimiento y productividad del trabajador que lo sufra, así como en la calidad de su vida personal.
A pesar de que el estrés laboral puede ser perjudicial para nuestra salud y rendimiento, existen diversas estrategias que podemos poner en práctica para gestionarlo de manera efectiva.
Si estos consejos no bajan tus niveles de estrés, deberás pedir la baja por estrés laboral. En España, la solicitud de la baja por estrés laboral puede realizarse cuando un trabajador se encuentra en una situación de incapacidad temporal debido a problemas de salud mental causados por el estrés relacionado con el trabajo. Para solicitar esta baja, es importante considerar lo siguiente:
Diagnóstico médico: el trabajador debe ser evaluado por un médico, generalmente un profesional de la medicina de atención primaria o un psicólogo/psiquiatra, quien determinará si el estrés laboral ha causado una afectación significativa en la salud mental del individuo y si es necesario el descanso laboral.
Prescripción médica: el médico emitirá un informe médico donde indique la necesidad de la baja por estrés laboral, estableciendo el período de tiempo estimado para el reposo y la recuperación.
Tramitación con la Seguridad Social: una vez obtenido el informe médico, el trabajador debe presentarlo ante la Seguridad Social, quien evaluará la situación y, en caso de cumplir con los requisitos, otorgará la baja por incapacidad temporal debido al estrés laboral.
Esperamos que te haya sido de utilidad este post. ¡Sigue aprendiendo más sobre RRHH, desarrollo profesional y gestión empresarial con Educa.Pro!